Tenía mucho sueño
quería que la clase acabara
solo quería cerrar los ojos
y morir en paz
en mi cama…
Salí, caminé, mi inercia me
conducía
ingresé a un lugar, no sé cual
lugar
y de pronto se acerca un
caballero
y hablamos, lo veía en cámara
lenta
como gesticulaba cada palabra
mis oídos le pertenecían
Me converso de la lucha, de los
cambios bruscos
de la política, del clima, de la
vida
“Pero todo resurge” me dijo
después de toda desgracia, todo
se acomoda..
Me despedí, y continúe rumbo a
casa
con menos ganas de morir…
Abro la puerta del ascensor
de pronto escucho la voz de una
señora
llamando a su pequeña hija
una diminuta señorita de cabellos
largos
botas negras y de aproximados 4
años
que jugaba en el “tobogán” de la
escalera.
Entramos al ascensor las 3
mientras esta pequeña se arranca
una pestaña, la miro y le
pregunto
vas a pedir un deseo?
me asienta un sí con la cabeza
antes de bajar me dice:
Y si vos pedís un deseo?
Cual? le digo yo
Me mira y antes de cerrar
la puerta responde: Volver a reír…
Córdoba 2014
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