
Elvia Velázquez era de alto voltaje, impetuosa y tenía una habilidad para mandarte a la mierda olímpicamente.
Hace como 20 años, después de tantos intentos mandó a la mierda al Perú y se instaló en New york.
Le gustaba tomarse sus cervecitas, criar a sus animales en la azotea del edificio del jirón puno en Barrios Altos. Se levantaba antes que sus gallos para darles de comer, también criaba cuyes, patos, conejos que luego serían el plato principal de alguna reunión. Preparaba un tazón enorme de rocoto, el cual duraba lo que dura un caramelo en la boca de un niño.
Sus tratamientos faciales eran con limón o aloe vera y qué buen cutis que llevaba la doña.
A veces los domingos tenía preparada su sopa de patazca, sopa que demora un día en cocinarse, pero ahí le daba ella desde las 5am en su cocina Primus, se encargaba de que todos estuviesen bien servidos y si quieren más "se sirven carajo" decía…
Una vez la vi entrar al mar a las 2am, era invierno en Lima y ella se bañó con toda y ropa, “Qué frio ni frio, a mí me gusta el mar”
Cuando no quería ver a alguien te lo decía sin rodeos, detestaba la gente hipócrita por eso ella siempre iba de frente, "Vengo a verte viejita" le dijo un día su vecino el charapa...”Pues ya me viste y ya te puedes ir, quiero estar sola” le contestô sin anestesia.
Por eso ir a visitarla era jugar a la ruleta rusa, yo sudaba frío y hasta me persignaba antes de llegar al tercer piso donde vivía…
Yo era muy temerosa para su gusto y ella quería que las mujeres fueran fuertes, valientes, lo supe cuando me escuchó defender a una tía de un borracho. Eso la puso muy contenta "Sabía que tenías que heredar algo de mí" me dijo re orgullosa como si le hubiese dicho que me iba a la luna.
Hace casi un mes yo volví a sentirme temerosa y sola, justo en esos días una prima me contaba sobre la salud de Elvia, la madre de mi papà. Mientras el alzheimer le quitaba sus recuerdos, de este lado yo, haciéndolas imágenes en mi cabeza y preguntándome si algo en ella podía ayudarme esta vez con mis miedos. Así que vi esta foto que me conectó con dos momentos: Una, ella diciendo "Hay que disfrutar la vida antes de que nos coman los gusanos carajo!" y la otra es ella bailando con la puerta abierta de su casa, yo sentada viéndola bailar inmóvil, me mira y me dice "Tienes que ser tú misma sino quién, y si a alguien no le gusta pues safa mierda! que se vaya a la reverenda mierda, tú puedes seguir bailando sola carajo.”
-Sí abuelita, le respondí
Buen viaje abuela vikinga.
Le gustaba tomarse sus cervecitas, criar a sus animales en la azotea del edificio del jirón puno en Barrios Altos. Se levantaba antes que sus gallos para darles de comer, también criaba cuyes, patos, conejos que luego serían el plato principal de alguna reunión. Preparaba un tazón enorme de rocoto, el cual duraba lo que dura un caramelo en la boca de un niño.
Sus tratamientos faciales eran con limón o aloe vera y qué buen cutis que llevaba la doña.
A veces los domingos tenía preparada su sopa de patazca, sopa que demora un día en cocinarse, pero ahí le daba ella desde las 5am en su cocina Primus, se encargaba de que todos estuviesen bien servidos y si quieren más "se sirven carajo" decía…
Una vez la vi entrar al mar a las 2am, era invierno en Lima y ella se bañó con toda y ropa, “Qué frio ni frio, a mí me gusta el mar”
Cuando no quería ver a alguien te lo decía sin rodeos, detestaba la gente hipócrita por eso ella siempre iba de frente, "Vengo a verte viejita" le dijo un día su vecino el charapa...”Pues ya me viste y ya te puedes ir, quiero estar sola” le contestô sin anestesia.
Por eso ir a visitarla era jugar a la ruleta rusa, yo sudaba frío y hasta me persignaba antes de llegar al tercer piso donde vivía…
Yo era muy temerosa para su gusto y ella quería que las mujeres fueran fuertes, valientes, lo supe cuando me escuchó defender a una tía de un borracho. Eso la puso muy contenta "Sabía que tenías que heredar algo de mí" me dijo re orgullosa como si le hubiese dicho que me iba a la luna.
Hace casi un mes yo volví a sentirme temerosa y sola, justo en esos días una prima me contaba sobre la salud de Elvia, la madre de mi papà. Mientras el alzheimer le quitaba sus recuerdos, de este lado yo, haciéndolas imágenes en mi cabeza y preguntándome si algo en ella podía ayudarme esta vez con mis miedos. Así que vi esta foto que me conectó con dos momentos: Una, ella diciendo "Hay que disfrutar la vida antes de que nos coman los gusanos carajo!" y la otra es ella bailando con la puerta abierta de su casa, yo sentada viéndola bailar inmóvil, me mira y me dice "Tienes que ser tú misma sino quién, y si a alguien no le gusta pues safa mierda! que se vaya a la reverenda mierda, tú puedes seguir bailando sola carajo.”
-Sí abuelita, le respondí
Buen viaje abuela vikinga.
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