Miro escurrirse el tiempo
en este camino de tierra
le digo adiós a mi gravedad
que el rastrojero
se lleva sin prisa
pero no vuelvo atrás para no ser sal
El mundo es borroso
desde esta ruptura
En mi bolsillo derecho junto al pecho
tengo un zapato abandonado
que hierve
pero no siento miedo
todo sigue un curso natural
Mi reino no tiene
metales preciosos
solo el fuego tierno de mis manos
que te dieron abrigo.
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